Esta es la visión de la realidad en la que se desenvuelve Freeland Cook a la hora de desarrollar proyectos gastronómicos, y de generar identidades únicas y diferenciadas para cada empresario y proyecto. Como siempre es una opinión basada en vivencias, es muy personal y siempre debe de ser cuestionada por la experiencia personal de cada uno.
El panorama idílico.
En la primera toma de contacto con el empresario, éste es completamente sincero sobre sus necesidades y lo que quiere conseguir, con lo que se sientan las bases de una relación profesional fructífera basada en la confianza y en la reciprocidad. El empresario entiende que eres un colaborador y que no estás en plantilla, que tus servicios son limitados tanto en volumen como en el tiempo.
El panorama real.
En la gran mayoría de las situaciones el empresario desea que trabajes con él y en ningún momento se plantea que su propuesta puede que no te resulte interesante. Es algo muy común el pensar que con dinero se arregla todo y que todos tenemos un precio…
Y en la mayoría de los casos es así.
El mayor problema con el que me encuentro hoy en día es hacer entender al empresario que mi trabajo consiste en decirle lo que no quiere oír, lo que no debe hacer y por dónde no debe de dirigir sus pasos empresariales, sino lo que no tiene sentido es contratar mis servicios.
En muchas ocasiones me dicen que quieren una carta para su restaurante y yo siempre les contesto……
La mejor opción para hacer una carta es Google, tienes todas las recetas y posibilidades, es muy económico y sólo necesitas dedicarle un poco de tiempo, además si el resultado no es satisfactorio sólo tienes que volver y cambiar las recetas.
Es un trabajo complicado y en la mayoría de las ocasiones es infructuoso ya que en nuestra sociedad se siguen usando frases del tipo “el que paga manda” y esta actitud hace muy difícil el trabajo de desarrollo de identidades gastronómicas y sobre todo hace que los proyectos no sean todo lo genuinos que deberían ser.
En mi caso tras más de tres años trabajando en el desarrollo de identidades gastronómicas estoy empezando a entender esto, han sido tres años de aprendizaje y de constante reinvención lo cuál hace de mi trabajo algo muy excitante y en constante evolución.
Empiezo a entender quienes son mis posibles clientes y quienes no lo serán, esto está haciendo de este año un año de increíble crecimiento profesional y personal.
Así que ya sabes, si estas interesado en desarrollar una identidad gastronómica y quieres incluir en tu equipo a alguien como yo, entiende nuestra función y nuestro trabajo dentro de tu equipo y tendrás a tu disposición nuestra mejor versión.