Las preguntas más urgentes que deberías hacerte son, ¿en qué estás invirtiendo tu dinero?, ¿para qué lo estás usando? y ¿cómo lo estás usando?.
¿Estás orgulloso de cómo estás utilizando ese dinero?
Es una pregunta que me he estado haciendo durante este último año y que me ha ayudado a conocerme mucho mejor.
Esta sociedad y nuestros familiares, quiero pensar que de manera inconsciente, no nos enseña a hacer un uso lógico de nuestras ganancias, de hecho nos enseña a ganar más para poder tener mas y no para poder compartir más.
Vivimos tiempos curiosos en los que a las personas se las valora por lo que tienen y no por lo que comparten, tiempos en los que poseer es más importante que dar.
Aún siendo mi forma de entender el mundo, no me gustaría que se me mal interpretase, yo cuanto más dinero gano, más feliz soy y esto es un hecho que he comprobado y contrastado.
Ahora bien , ¿cuál es el motivo para que este más feliz?
El motivo, es el hecho de que dispongo de más recursos para poder hacer lo que realmente me importa que es poner en valor mi entorno.
Después de esta aclaración, no confundamos hacer de nuestro entorno un lugar mejor, compartir y aportar, con vivir de ermitaño en la montaña.
Tenemos que empezar a ser conscientes de cómo estamos utilizando los recursos de los que disponemos y en que se están trasformando dichos recursos.