Sin ser conscientes de ello vamos por la vida sin prestar atención, pasamos por cada momento y por cada situación sin ser conscientes que todo está estrechamente relacionado y formamos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos y nuestro ombliguismo.
Hace mucho tiempo que a fuerza de pasear por la montaña entendí que a cada paso, con cada aliento y en cada rincón, hay maravillas increíbles que están esperando que nuestra mirada se pose sobre ellas. Maravillas que son y que no necesitan de nosotros para ser,
Esta es la gran paradoja de nuestro entorno, de la vida y de la naturaleza.
Somo nosotros los que necesitamos ver esas maravillas para poder disfrutarlas, para sentirlas y que nos iluminen el rostro
Es algo de lo que he sido consciente en los últimos años y que hoy quería compartir contigo, compartir que esas pequeñas maravillas que a diario se cruzan en nuestro camino, no necesitan de nosotros para brillar, somos actores secundarios de su belleza y a la vez somos nosotros los que necesitamos de esa belleza.
Aprende a mirar el mundo que te rodea y dejarás de ver sólo lo superficial que hay en el, aprende a mirarte en profundidad y dejarás de ser esa coraza que llevas puesta. Todo está estrechamente conectado y todo tiene como fin que valores y te valores.
Es una sociedad indisoluble que te puede llevar a disfrutar de esta vida de una manera que te llegaría a sorprender, te hace valorar y valorate, te hace crecer y hacer crecer, te lleva a vivir y hacer vivir.
Disfruta de el valor de los seres olvidados y disfrutarás de ti.