Todo lo que vas a leer a continuación es fruto de las conversaciones que tenemos Marcos Mora y yo los lunes por la noche en los directos de Instagram y más concretamente de la conversación del lunes día 16 de agosto.

Lo primero es dejar claro que desde la distancia siempre resulta mucho más sencillo opinar y esto no lo voy a negar, en los últimos 7 años he tenido la oportunidad de disfrutar de este sector con algo de distancia y bastante perspectiva.

Pero vamos al grano, en los últimos meses no paro de ver mil y una explicaciones a la falta de personal en la restauración (cosa de lo más común en los últimos años) y todas ellas tienen algo de razón y algo de verdad (la verdad siempre está en propiedad del que se cree dueño de ella) pero en ninguno de estas explicaciones he visto una de las realidades que creo puede ser calve para entender el problema de base.

Trabajar en restauración es una M_E_D_ y lo cierto es que habrá mucha gente que se lleve las manos a la cabeza y diga que si LA PASIÓN, EL AMOR PROPIO, EL ENTUSIASMO, LA ADRENALINA, EL HACER FELICES A OTROS, LA CREATIVIDAD y mil y una tontería más.

Pero la realidad es que no hemos sido capaces de retener a esa ingente masa de mano de obra que tras la crisis del 2008 inundo el sector gastronómico, no hemos sido capaces por no tener claras las prioridades de las personas, trabajar, dormir, disfrutar, algo tan simple como esto.

Desde la restauración se pide entusiasmo, compromiso y esfuerzo a cambio de vida, de tiempo, de salud y de unos sueldos ridículos si los comparamos con los de un mozo de almacén, un cajero de supermercado o un carnicero por poner algunos ejemplos.

Seguimos creando jefes de cocina, chefs ejecutivos, asesores gastronómicos y empresarios desde las escuelas y grados de gastronomía, pero no estamos formando obreros que trabajen en los restaurantes, creo que de esto todos somos un poco responsables.

Por otro lado, y aquí es donde creo que tendríamos que hacer bastante trabajo de reflexión estamos las personas que nos dedicamos al desarrollo de identidades o al asesoramiento y que en mi caso estamos viendo como en los últimos tiempos la gran mayoría de proyectos que se nos solicita desarrollar tienen un denominador común….

Que el personal de cocina no necesite tener formación previa

El otro día en el directo me surgió la duda de si haciendo este trabajo que estamos haciendo no le estaremos haciendo un flaco favor al sector y al resto de nuestros compañeros. Montamos restaurantes enseñando a trabajadores con los conocimientos mínimos a armar platos y gestionar la propuesta y con ello el salario que se paga por este tipo de trabajos es menor, no tengo una respuesta clara a este problema, pero sí que tengo muy claro que mientras no se consiga mejorar las condiciones de los trabajadores tanto en horarios como en salarios será complicado disponer de mano de obra para los establecimientos de hostelería.

Os invito a abrir un debate sobre este tema y a cuestionaros todo lo que en la inmensa mayoría de las veces creemos que es la verdad.

Soy David Ariza y vivo para poner en valor nuestro entorno.

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