Una vez más quiero deciros que esta es una visión personal sobre nuestro entorno y en concreto sobre los peces del Mediterráneo, la manera que tengo de trabajar con ellos y ponerlos en valor.
Tener en cuenta que esta visión está sujeta a “mis creencias”, valores y comportamientos, los cuales siempre deben estar en entredicho y deben ser puestos en duda.
Hoy en día me encuentro en un momento tanto personal como profesional inmejorable, mi crecimiento no entiende de límites y mi hambre por aprender y descubrir, en ocasiones llega a asustarme.
Dicho esto, sigo sintiendo un enorme desasosiego al darme cuenta en cada curso que doy y en cada charla a la que se me permite asistir (que cada vez son menos, cosas que nos pasa a los díscolos) de una cruda realidad:
Lo estamos haciendo muy mal a la hora de poner en valor los peces del Mediterráneo y esto es una realidad como la copa de un pino.
En cada curso, en cada charla, en cada ponencia y en cada conversación con personas de mi entorno, me doy cuenta de que no hemos avanzado nada en los últimos años. No hemos sido capaces de conseguir despertar el interés del gran público por los denominados “peces de descarte” (término que creo erróneo de partida para poder poner en valor algo).
Como he comentado en anteriores post sobre los peces del Mediterráneo, la alta cocina por definición es elitista y exclusiva (que es lo que tiene que ser) y su función nunca será poner en valor, su función no va más allá de poner el foco en el asunto en cuestión que ya es bastante.
Desde las instituciones se han intentado generar escenarios donde se llegue al gran público y se anime a la gente a consumir cualquier tipo de pez, pero creo que no se ha dado en el clavo.
Teniendo en cuenta que es un problema de educación, ¿qué os parece si en vez de tratar de convencer a la gente de que coma uno u otro pescado, les enseñamos desde las instituciones y desde la formación que todos los peces están buenos si sabes cómo cocinarlos?, es aquí donde tenemos una gran oportunidad.
Pero como toda oportunidad, acarrea una gran responsabilidad, el conseguir que realmente se pongan en valor todas las especies de peces que nuestros pescadores traen a nuestros puertos.
En la actualidad llegan unas 200 especies y 10 de ellas suponen el 90% del consumo, esto es lo que es verdaderamente insostenible.
Sigo esperando una propuesta seria de alguna institución de formación para poder realizar esta labor más allá de cualquier otro interés.
Espero que tras leer estás líneas estés dispuesto a disfrutar de los peces del Mediterráneo tanto como yo lo hago y disfrutar de una nueva visión de nuestro entorno, pero sobre todo ten en cuenta que todo está en tus manos y en cómo seas capaz de afrontar el reto que supone adentrarse en lo desconocido.