Desde que me dedico a la formación me estoy encontrando con situaciones muy parecidas.
Cuando nos enfrentamos a nuevos aprendizajes tenemos varias opciones a la hora de afrontarlos:
1/ Yo esto ya lo sé ( con lo cual nos cerramos)
2/ Yo esto no lo sé (con lo cual nos abrimos)
3/ Yo esto no lo sé pero no me creo lo que cuentas( con lo cual doy mucho por culo)
¿En qué grupo te encuentras? En la mayoría de las ocasiones nos encontramos en el tercero ( a mi me pasa muchísimo) y lo cierto es que nos pasa de manera inconsciente.
El segundo análisis que podemos sacar a la hora de recibir formación podría ser este.
En el caso que desconozca el tema en cuestión:
1/ Me abro y creo lo que me dicen siempre y cuando entre dentro de mi lógica.
2/ Me abro y experimento con lo que me dicen para ver si es cierto o no.
3/Sigo sin creerme lo que me cuentan y sigo dando por culo.
Lo cierto es que nuestros condicionantes, el miedo a exponernos, el terror a reconocer el desconocimiento y nuestra falta de honestidad con nosotros mismos nos lleva a espacios de aprendizaje donde nos resulta imposible aprender.
Estoy empezando a entender estos principios y tras mucho trabajo estoy consiguiendo pasar del tercer grupo al segundo, pero esto me pasa en lo temas que conozco ya que los que desconozco me suelo encontrar más en el primer grupo. ¿Qué curiosa es la vida del aprendiz? y qué obtusa la del maestro.