El tiempo no se recupera, es algo sobre lo que solo tenemos el control del instante presente, no se compra, no se vende y sobre todo siempre sigue su curso.
Dicho esto nos encontramos en un punto en el cual debemos empezar a pensar en que queremos dejar atrás, que es lo que queremos que quede en este bonito planeta tras nuestro paso y como podemos hacer de nuestro paso por esta vida algo que valga la pena ser recordado.
La opción de seguir desconectados de nuestro entorno empieza a ser una opción suicida y que no tiene ningún sentido, y lo curioso es que no somos conscientes de ello o no podemos darnos cuenta, esto sobre todo es debido a nuestra falta de curiosidad y de atención, lo peor de todo es que aún siendo responsables de ello esta sociedad nos premia y felicita a cada paso que damos alejándonos de nuestro entorno.
Probablemente no podamos cambiar el mundo, (yo soy un fiel creyente de que si que podemos) pero lo que si es seguro es que podemos cambiar nuestro entorno más cercano, y con ello que cada vez más personas vean que otra manera de relación con lo que nos rodea es posible.
Los resultados que obtenemos en todos los planos de nuestra vida, cada día que pasa están más sujetos a como seamos como personas y a que seamos capaces de relacionarnos de una manera lógica con nuestro entorno.