Os invito a explorar nuevas vías de relación con nuestro entorno, hoy en concreto os invito a romper las recetas.
Esto dicho así suena un poco raro verdad, pero todo en esta vida tiene su porque y en esta ocasión no podia ser de otra manera.
Nos enseñan a cocinar siguiendo recetas, que por otra parte, si lo pensamos bien, es la forma más sencilla de poder realizar una tarea, te dan unas instrucciones, tú las sigues y consigues un resultado más o menos satisfactorio según la práctica que tengas.
Pero esto que esta bien para comenzar a relacionarse con la cocina, choc frontalmente con la puesta en valor y el aprovechamiento de los recursos de nuestro entorno.
Me imagino que os estaréis preguntando lo siguiente:
¿Y por qué seguir recetas y el aprovechamiento y la puesta en valor no son compatibles?
Por una simple razón, las recetas tienen un ingrediente principal y al seguir instrucciones y en la mayoría de los casos no comprender la receta en si, solemos seguirla al pie de la letra.
Por ejemplo, para hacer un bacalao al pil pil, no nos planteamos sustituir el bacalao por cualquier otro pescado con un contenido en colágeno similar, normal nadie nos a enseñado que la base para hacer el pil pil es que el pescado sea rico en colágeno.
Qué quiere decir esto, que podemos siguiendo las mismas instrucciones, hacer un pil pil de raya, de anguila, de gatet, de musola etc.
Seamos conscientes de las infinitas posibilidades que se abren ante nosotros si somos capaces de romper las recetas y comprender que es lo que realmente ocurre en la cazuela.
Os invito a ser curiosos y a que comprobéis esto que os digo a través de vuestra propia experiencia.