Por las redes sociales circulan muchas frases del tipo:
No valgo por lo que hago, valgo por lo que sé o no pagas por mi trabajo, pagas por mi conocimiento.
Tengo que reconocer que en parte tienen razón, pero, y siempre hay un pero, se han quedado obsoletas.
Hoy en día en este mundo cambiante y en constante evolución no podemos quedarnos anclados en el pasado, y en lo que ha restauración se refiere tampoco.
La frase completa podría ser:
No valgo por lo que hago, no valgo por lo que sé, valgo por lo que soy capaz de ver.
Lo explicaré a continuación.
El trabajo físico es fácilmente reemplazable, eso es algo obvio.
El conocimiento en la sociedad de la inmediatez y de la conexión cada vez tiene menos sentido, si lo entendemos como que nuestro valor es el conocer algo que el resto desconoce. El valor del conocimiento viene directamente unido al tercer punto y sin él, no tendrá ningún valor.
En la sociedad actual el valor más demandado es «la resolución de problemas» ésta es la realidad y para ello hay que ser capaces de unir los puntos, hay que ser capaces de ser resolutivos.
Éste es el verdadero valor del trabajo y la causa por la cual nos contratarán nuestros futuros jefes, y es aplicable a cualquier cargo que podamos desempeñar dentro del organigrama de una empresa.
El conocimiento siempre estará subyugado a nuestra capacidad de ver soluciones a problemas.
Así que sin lugar a dudas «vales tanto como la capacidad para aportar soluciones a los problemas del día a día que tengas»
Espero que con esta pequeña argumentación seáis conscientes de lo cambiante de nuestro entorno y no olvidéis que toda esta argumentación está sujeta a mi experiencia personal y profesional, que siempre debe estar puesta en entredicho y debe ser cuestionada para poder ser útil.