¿Cómo es posible que un oficio que depende en un grado tan alto de su entorno viva de espaldas a él?

En qué momento se decidió que no era necesario que tuviésemos un contacto directo y sincero con el entorno que nos rodea para poder ejercer con garantías el oficio de cocinero, y mas interesante aún:

¿Cómo es posible que me considerase a mí mismo cocinero durante gran parte de mi carrera profesional si no tenia noción alguna de mi entorno?

Estas son algunas preguntas que lanzo al aire simplemente para que hagamos un poco de autoanálisis, autocrítica y seamos capaces de entender que sin una relación sana con nuestro entorno no debería ser posible ejercer este oficio.

Enseñamos y aprendemos a cocinar de espaldas al entorno, nos centramos en recetas, técnicas, práctica y conocimientos, pero no se fomenta la relación con la naturaleza y esto es un sin sentido.

Es lógico ya que es la forma rápida y sencilla de aprender, pero realmente queremos aprender a cocinar sin conocer de dónde vienen las materias primas que luego cocinamos, sin saber cómo crecen, por que ciclos vitales pasan y como es su evolución natural.

El arte de cocinar es un arte sensible, se basa en nuestra sensibilidad y en como a través de ella seamos capaces de transformar los alimentos y esto es imposible de poder hacer desde el desconocimiento de nuestro entorno y nuestra nula relación con él.

Share This