En esta ocasión os quiero hablar de algo que me parece cuanto menos curioso. Es un tema del que todo el mundo habla y opina, pero muy poca gente es capaz de aportar soluciones prácticas más allá de la queja y la pataleta (cosa muy típica por estos lares) 

¿Cuál es el valor del conocimiento? 

Evidentemente es algo muy difícil de medir y por consiguiente sujeto a todo tipo de especulaciones. 

Tras 3 años y medio desde que creé Freeland Cook y habiendo trabajado en el desarrollo de 20 proyectos creo que estoy empezando a entender un poquito esto de cuánto vale el conocimiento. 

El conocimiento vale lo que tú quieras que valga (gracias Vicente Corona por lo entretenido de la conversación en la que entendí esto) y aunque parezca mentira la realidad es que somos nosotros mismos los que devaluamos el valor de nuestro trabajo por mil y un motivos. 

Me parece caro, no sé si me lo pagarán, el resto de gente cobra menos, etc. 

Lo cierto es que somos los únicos responsables de que no se valore nuestro trabajo y por consiguiente que no se page lo que es justo (partiendo de la base que nuestro trabajo aporta un valor real al empresario que nos contrata y que este valor es cuantificable con un retorno económico). 

Creo que es importante tener todo esto en cuenta ya que vale tanto para autónomos como para asalariados ya que el fin es el mismo: 

Recibir un justo pago por los servicios prestados. 

Así que la próxima vez que pienses que eres caro o qué vale tu trabajo, ten muy en cuenta esto. 

En mi caso tras estos 3 años y medio, empiezo a entender quiénes son mis posibles clientes y quiénes no lo serán. 

Así que ya sabes, si estas interesado en desarrollar una identidad gastronómica y quieres incluir en tu equipo a alguien como yo, entiende nuestra función, el valor que se le va a aportar a tu proyecto y nuestro trabajo dentro de tu equipo, así tendrás a tu disposición nuestra mejor versión. 

Share This